Despedida de Trini, nuestra poetisa popular

El día que yo me muera

las campanas doblarán

y algunos en esta villa preguntarán:

 “¿quién se ha muerto?”

“¿quién se ha muerto?”

 Y otros contestarán:

“Pues ha sido nuestra Trini,

la poetisa popular.”

 ¡Qué felices hemos sido

al oírla recitar!,

con ese gran sentimiento

y esa amabilidad.

Era cristiana y humana

y con mucha simpatía

por donde quiera que iba,

proclamaba su gran fe

con muchísima alegría.

¡Cuánto nos hizo reír!

también nos hizo llorar,

¡qué pena tenemos todos

no poderla ya escuchar!

pero Dios la ha reclamado,

y se tiene que marchar.

¡Qué feliz he sido yo

en esta bella localidad!:

un paisaje maravilloso

y  la gente fenomenal.

Todos a mí me adoraban,

los humildes, clase media,

la alta sociedad,

las grandes autoridades,

los mayores, los jóvenes,

y nuestros queridos niños,

todos a mí me trataban         

con muchísimo cariño.

Con mucha fe pido a Dios

para mi Torrelodones,

que a todos sus habitantes,

les colme de bendiciones.

A todas esas personas

que tanto me han protegido,

¡protégelas Jesús mío

como tú  has hecho conmigo!.

Los que mucho me querían

una oración rezarán

y los que no me quisieran

los tengo que perdonar.

A mis queridos sobrinos,

familiares y demás,

les deseo de corazón,

que tengan felicidad.

Al tiempo de despedirme

un consejo os quiero dar:

que estéis todos muy unidos

y no dejéis de rezar, para que en este mundo

haya AMOR y PAZ.

Si lo hacéis con mucha FE,

Dios siempre os acompañará.

Con amor y gran cariño,

esta humilde poetisa,

llamada Trini Muñoz

camino del cielo se va,

que arriba la espera Dios

y la Virgen del Carmen

que tanto la protegió.

                DEP