Conclusiones de la Jornada de Orientación Universitaria: la importancia de vivir el camino

Hace unos días, profesores y alumnos de diferentes universidades de Madrid, visitaron a nuestros alumnos de Bachillerato con el fin de aclarar dudas y disipar miedos ante la próxima inmersión en el mundo universitario. 

Fue una jornada llena de experiencias y sentimientos compartidos que dieron mucho de sí y ayudaron enormemente a nuestros futuros universitarios.

Dejamos en este post, algunas de las conclusiones más relevantes que se extrajeron de la jornada. 

  • Lo importante de dar este paso adelante y empezar una nueva etapa en la Universidad, no es llegar a ella, viviéndola como una meta en sí misma o anhelando un título que se supone nos abrirá puertas; lo importante verdaderamente es el camino que recorres descubriendo a lo largo de su recorrido aquello que te gusta o apasiona y aquello que no. 
  • En ese caminar,  hemos de escucharnos a nosotros mismos y no tanto las pretensiones de otros que a veces, queriendo lo mejor para nosotros, sólo desean dar respuesta a sus propios anhelos o sueños.
  • Debemos abrir nuestra mente y nuestro corazón, sin censuras, sin miedo, escuchándonos siempre y siendo leales con nosotros mismos, sabiendo que si erramos, creceremos también.
  • Debemos estudiar desde la libertad y desde el compromiso y sabiendo que no estamos solos. A lo largo del camino conoceremos personas que nos acompañarán, que nos ayudarán y otras que con sus acciones, nos harán entender que sus caminos son diferentes a los nuestros. Tenemos la capacidad y la libertad para decir “si” o “no”.
  • El éxito de nuestro conocimiento no radica en unas notas o un título, sino en el disfrute de lo que hacemos, de lo que estudiamos. Por ello, debemos tratar de “entender” las asignaturas, de encender la chispa que con trabajo diario, conseguirá convertirse en una llama cálida y permanente que nos hará disfrutar.
  • Debemos tomar conciencia de que nosotros somos responsables de las decisiones que tomamos. La vida no puede reducirse a un “esperar” que sucedan cosas, el movimiento lo generamos nosotros. El que algo nos guste o no, el que venga el disfrute o no, el que se solucionen los problemas del camino o no, sólo dependen de nosotros. Por ello, se hace tan imprescindible trabajar nuestra actitud ante la propia vida y aprender, dejando atrás el inmovilismo o la visión del vaso medio vacío. La vida en su plenitud es maravillosa y en nuestras manos está disfrutarla o no, sea en la etapa universitaria o en las futuras que vendrán, como padres, profesionales, etc.

 ¡Gran reto!

Etiquetas: 2016, Bachillerato